LA REPULSIÓN DEL ROJO. LA FRUTA PROHIBIDA
LA MENSTRUACIÓN
La menstruación es el proceso en el cual el endometrio, que recubre el útero para alimentar al óvulo fecundado, se desprende en una mezcla de fluidos, debido a que el óvulo no ha sido fecundado. Así, se trata de un ciclo de limpieza y regeneración del útero, que informa sobre el estado de salud de la mujer, y su presencia confirma la inexistencia de embarazo.
Como ciclo biológico mensual, no casualmente, coincide con el ciclo lunar. Antiguamente algunas creencias asociaban el ciclo de la luna con la influencia que ésta ejercía sobre las mareas y los fluidos. De esta forma, la menstruación cobró cierto sentido mágico, desarrollando así distintos mitos a lo largo de la historia. Además, que las mujeres sangraran mensualmente sin resultar ser nocivo para la salud, provocó la aparición de supersticiones y miedos a la menstruación, y con ello, que la mujer menstruante fuer considerada nociva y venenosa.
Actualmente, en España han desaparecido la mayoría de las supersticiones, pero algunas perduran. Sin embargo, en muchos países subdesarrollados, millones de mujeres sufren consecuencias debido a las creencias aún existentes, como ocurre en Nepal, donde existe el chhaupadi, tradición en la cual las mujeres son aisladas en lugares extremos durante su menstruación, pues de lo contrario, el pueblo sufriría una desgracia.
EL TABÚ DE LA MENSTRUACIÓN
Toda esta corriente de pensamientos ha provocado que la menstruación siempre haya sido un tema tabú, aún tratándose de un ciclo biológico completamente natural en la mujer. Estos mitos surrealistas surgen como consecuencia del retraso en muchos países con respecto a la igualdad de género y a la información sobre salud sexual.
Aún tratándose del siglo XXI, la menstruación se concibe como algo sucio y abyecto, provocando que incluso las mujeres rechacen, escondan o tengan asco a su propia sangre. Por ejemplo, en Japón venden los tampones con guantes desechables, para evitar que las mujeres entren en contacto directo con su propia sangre.
Se trata de una concepción social causada por la represión hacia la sexualidad y cuerpo femenino, como consecuencia del machismo presente en toda la historia.
En definitiva, la mayoría de las mujeres continúan viviendo su proceso menstrual a escondidas, pidiéndose con discreción productos de higiene íntima y ocultándolos. Además, existe un miedo generalizado a tener un percance y mancharse. La menstruación para las mujeres se trata como un tema íntimo, del que resulta difícil hablar abiertamente, especialmente con hombres.
Así, el periodo menstrual se ha asociado a la debilidad, incapacidad y desorden hormonal de la mujer. Tan inmensa es la aceptación de estos calificativos, que incluso la etapa pre-menstrual ha adoptado el nombre de síndrome pre-menstrual, como si fuera una enfermedad, cuando simplemente es una etapa de un ciclo totalmente natural, como hacer la digestión.
La base de todas estas reflexiones se centra en que lo natural sea camuflar y esconder un proceso biológico que es natural.
EL SEXO Y LA MENSTRUACIÓN
Estos dos conceptos, por lo general, no van de la mano. Muchos hombres rechazan mantener relaciones sexuales con mujeres durante su periodo menstrual, por considerarlo algo sucio y desagradable. Como consecuencia, muchas mujeres han adoptado la misma idea.
LA FRUTA PROHIBIDA
El órgano reproductor femenino es un símbolo erótico y sexual, al igual que muchas frutas. Éstas son asociadas de forma inconsciente a la vagina debido a su semejanza, como ocurre con la mandarina o la papaya. Además, el jugo de muchos frutos alude a los fluidos vaginales, como es el caso de las naranjas rojas, granadas, cerezas y muchos frutos rojos.
En cuanto a la simbología, existen varias frutas a las que se les ha atribuido el significado de fecundidad, erotismo y obscenidad. Los griegos, judíos y cristianos atribuían a la granada la simbología de vagina, y en la Grecia clásica comían higos con el objetivo de aumentar el deseo sexual masculino. En Indonesia, la granada se asocia al ciclo del embarazo, y en la India, el higo es denominado “flor del placer sexual”. Además, la sociedad judía consideraba que el higo era el fruto prohibido del Génesis, pues Adán y Eva taparon sus cuerpos con hojas de higuera.
Distintas frutas restregadas por las piernas a modo de menstruación, con el objetivo de romper con la estética sensual y erótica de la fotografía. Se trata de una metáfora con la situación actual respecto al tabú de la menstruación: en general, el hombre siente atracción por la vagina y su apariencia, sin embargo, cuando la vagina aparece menstruada, el deseo sexual desaparece y se convierte en repulsión. El fruto prohibido, como representación del pecado en la Biblia, lo concibo como la vagina ensangrentada.
